Caso: María La Rosa

Soy María La Rosa y, aunque tengo un sueldo estable, siempre sentía que mi dinero desaparecía antes de que terminara el mes. Hacía mis pagos, cubría mis gastos, pero nunca me alcanzaba del todo. Muchas veces tenía que usar la tarjeta de crédito o pedir prestado un poco más para cerrar el mes, y eso se volvía un ciclo sin fin.
Me frustraba no saber en qué se iba mi dinero. Sentía que trabajaba solo para pagar cuentas y nunca avanzaba hacia nada. Para empeorar las cosas, tenía algunas deudas con cuotas bastante altas, lo que me dejaba con muy poco margen para ahorrar o darme siquiera un respiro. Intenté buscar una compra de deuda o una unificación con los bancos, pero siempre me decían que no calificaba o que no podían ofrecerme mejores condiciones. Ahí fue cuando encontré Reevalúa y decidí probar su asesoría financiera.
Desde el primer momento, Victoria, mi asesora, me hizo ver las cosas de una manera diferente. No era solo cuestión de ganar más dinero, sino de organizarme mejor con lo que ya tenía.
Lo primero que hicimos fue ordenar mis ingresos y gastos. Victoria me ayudó a identificar en qué se me estaba yendo el dinero sin darme cuenta y me dio recomendaciones personalizadas para mejorar mi presupuesto. Por primera vez, tuve claridad sobre cómo administrar cada sol que ganaba.
Además, me ayudó a abrir cuentas de ahorro separadas para distribuir mi dinero desde el inicio del mes. Ya no tenía todo en una sola cuenta donde era fácil gastarlo sin control. Con este nuevo método, cada parte de mi sueldo tenía un propósito claro: una cuenta para gastos fijos, otra para ahorro y otra para imprevistos.
Pero lo que más tranquilidad me dio fue el plan de ahorros y pagos que me armó. Ya no vivo con la incertidumbre de si voy a llegar a fin de mes o no. Ahora tengo un camino claro y sé exactamente en qué momento podré cumplir mis metas financieras.
Y lo mejor fue que Victoria no solo me ayudó a organizarme, sino que también me asesoró para encontrar la mejor solución con mis bancos. Me guió en cómo presentar mi caso y qué opciones de reestructuración de deuda podían ofrecerme, lo que me permitió reducir mis cuotas mensuales y tener un mayor margen de ahorro sin sentir que estaba ahogándome con los pagos.
Desde que trabajo con Reevalúa, mi relación con el dinero ha cambiado por completo. Ya no me siento atrapado en un ciclo de gastos y deudas. Ahora tengo control, tengo un plan y, sobre todo, tengo paz."